Forma parte de la cultura kawaii, que se traduce en bonito, tierno, adorable, más allá de ser un juguete, el objetivo del amigurimi es sacar el niño que todos llevamos dentro.
Según la tradición, cada amigurimi posee un "alma" que lo convierte en compañero y confidente de por vida de su dueño, dándole protección y consuelo en los momentos de estrés y tristeza.
Estas figuras son objetos de apego ligados a conceptos de amistad, complicidad y compañía. Proporcionan protección y seguridad a su propietario.
En algunos casos son usados como amuletos personales y también en casas, negocios y puestos de trabajo.
En Japón es usual verlos en oficinas al lado de los ordenadores como símbolo de apego o adorno personal, y como recordatorio de respirar, sonreír y hacer una pausa.
¿No es bonito? , y además hay trabajos que enamoran, Eugenia cada día se supera y crea cosas más preciosas, a veces le encargan hacer personajes conocidos que no le gustan mucho, pero otras hace cosas preciosas como esta casita con sus gnomos, yo desde luego la próxima vez que pasee por el campo miraré con cuidado donde piso por si acaso...
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